Legislación Ambiental
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LUIS ALFONSO
ARIAS RESTREPO
La trucha ha sido exaltada con eventos especiales en el municipio de Belmira: Las tradicionales "Fiestas de la Trucha", que se realizan hace 21 años en las aguas de su insigne río Chico.
En mayo 23 de 2008 el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Territorial expidió la Resolución 0848, por medio de la cual se declaran unas especies exóticas de animales como invasoras y por ser introducidas irregularmente al país, deben ser controladas o erradicadas porque amenazan ecosistemas, hábitats o especies, y entre estos animales encontramos con extrañeza la trucha. Como resultado de ello no se puede ya repoblar las corrientes de agua y mucho menos decretar vedas, para que así en corto plazo sea exterminado este ejemplar.
Según la Resolución: "Las especies exóticas de carácter invasor son aquellas que han sido capaces de colonizar efectivamente un área en donde se ha interrumpido la barrera geográfica y se han propagado sin asistencia humana directa en hábitats naturales o seminaturales y cuyo establecimiento y expansión amenaza los ecosistemas, hábitats o especies con daños económicos o ambientales.
¿En Belmira ocurre esto? No creo, expertos lo dirán, pero tampoco puede ser que de la noche a la mañana se vaya por el alcantarillado las cifras que en pesos se han invertido en esta población del Norte antioqueño para la recuperación, ampliación y mejoramiento de las condiciones productivas y comerciales de la Trucha Arco Iris, con el fin de posicionar su carne como el segundo renglón de la economía belmireña, con unas ventas de más de seis toneladas mensuales. Y eso no lo es todo. ¿En qué va a quedar el turismo ecológico tan promovido y de tanta acogida en Belmira, cuando ya no sea la trucha la alternativa para llegar a pescar?
¿Será que el Gobierno ha pensado en el impacto que dejará esta medida en las comunidades donde se tenía la trucha como parte de su dieta alimenticia y de su economía? Seria importante que se haga esta reflexión. Creo que antes de aplicar la medida que respetamos pero no compartimos, se nos presente también un plan alternativo, especialmente para los pequeños productores que han empezado a comprender que las exigencias para sostener sus criaderos son exageradamente costosas.
Recordemos eso si, que la trucha es un animal exigente para poder sobrevivir y ello hace que nuestras aguas sean cuidadas y de muy buena calidad. Esa calidad le ha significado a Belmira ser el mayor aportante del líquido para entregar energía y agua potable a la ciudad de Medellín, por intermedio de la Represa Río Grande II.
Lo que se quiere es plantear al Gobierno y a la opinión nacional, una alternativa de solución al problema nuestro. Belmira está entre dos ramificaciones de la Cordillera Central que forman entre sí el cañón del río Chico y las aguas que nacen en las partes altas de estas dos ramificaciones caen a este río, el mismo que va a morir en la represa de Río Grande II.
Entonces por qué no hacer con Belmira una excepción y así como la Resolución 0848 plantea la posibilidad de permitir los cultivos de trucha en cautiverio o estanques, cumpliendo determinados requisitos para no dejar escapar alevinos, por qué no dejar que aquí se siga en sus planes con la trucha y en lugar de realizar obras en más de cien estanques y truchifactorías, solamente hacer una antes que las aguas del río Chico entren en la represa Río Grande II y permitir así que sólo este afluente sea dedicado al cultivo de este animal.
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Cordialmente,
Victor Manuel Gómez
-belmireños en la red-